Las tuberías de PRFV están fabricadas sin materiales metálicos, por lo que son resistentes a la corrosión. Por ello, no requieren protección catódica, lo que reduce los costes operativos.
Para la tubería sin presión para alcantarillado, Superlit lleva a cabo un ensayo extra que consiste en la exposición de las muestras a pruebas de deflexión dentro de sustancias químicas para comprobar su resistencia a la corrosión. En general, el valor de corrosión mínima que se extrapola a 50 años usando los método de análisis de los mínimos cuadrados es igual al indicado por cada rigidez.
El valor obtenido por este método muestra un coeficiente de seguridad durante la fase de diseño de la tubería.